Batalla Marxista
Declaración conjunta: Estrella Roja – Batalla Marxista – Círculo Socialista – Socialismo RevolucionarioArgentina, diciembre de 2014
Las organizaciones y grupos abajo firmantes hemos decidido conformar un BLOQUE POLÍTICO basado en los siguientes acuerdos básicos:
1) Luchamos por la revolución socialista internacional, entendiendo que nuestro objetivo fundamental es suprimir la explotación del hombre por el hombre y toda forma de opresión ejercida por una minoría social dirigente sobre las masas trabajadoras. Lograr este objetivo requiere de la abolición de la propiedad privada capitalista por medio de la destrucción violenta del Estado que la guarda y defiende.
Estamos en el polo opuesto del idilio reformista sobre la atenuación de las contradicciones económicas y los antagonismos sociales, el desarrollo capitalista ha demostrado que solo la profundización de la lucha de clases, y la revolución socialista puede poner fin a la barbarie capitalista y abrir las puertas a un desarrollo auténticamente libre y humano de la sociedad.
2) Estos objetivos estratégicos implican, al mismo tiempo, la necesidad de luchar por las reivindicaciones inmediatas y elementales de los explotados, bajo la concepción general de la lucha de clases. Consideramos posible obtener victorias parciales en esa lucha, tanto para mejorar las condiciones de vida, como para mejorar la organización y fortalecer la confianza en las propias fuerzas de los trabajadores.
Esta necesidad de fortalecer posiciones de la clase obrera es fundamental hoy día, en que la izquierda y las ideas de la revolución atraviesan una grave crisis. Crisis que se expresa tanto en la marginalidad de esas ideas, como en la fragmentación extrema de las fuerzas de izquierda, pero también en las estrategia política de la mayoría de sus organizaciones.
Impulsamos la más amplia UNIDAD en los términos de la independencia de clase, dando prioridad al concepto de democracia obrera condición fundamental para potenciar las posibilidades de victoria, enfrentando a la diferentes variantes de la burocracia sindical.
3) Repudiamos los métodos de descalificación moral, difamación, tergiversación y/o falsificación de posiciones, que lamentablemente, han prevalecido en las luchas políticas al interior de la izquierda. Celebramos que en nuestro proceso de aproximación política hemos desarrollado un método polémico opuesto, fraternal, el que nos comprometemos a sostener como un principio.
4) Revisamos críticamente la concepción de “estancamiento de las fuerzas productivas” que sostienen las principales corrientes trostkistas y la concepción catastrofista, que comparte gran parte de la izquierda. Una suerte de estado de crisis permanente del capitalismo, que desconoce o pretende ignorar el real funcionamiento del sistema que combatimos. Estas concepciones equivocadas inducen a pensar en la existencia de una una situación pre revolucionaria permanente o crónica, que justifica una política de ofensiva asentada en la caricatura de que las masas siempre se movilizan espontáneamente hacia la revolución y son traicionadas por sus líderes.
Este esquema implícito, constantemente desmentido por la realidad e incluso por su propia política práctica, con frecuencia teñida de oportunismo y electoralismo, conlleva a un consignismo agitativo , a una política de constantes “llamamientos” a la acción revolucionaria, que, como no podría ser de otra manera, no suscitan la adhesión de la clase y solo pueden encarnarse, las pocas veces que esto ocurre, en sectores minúsculos influenciados por los partidos, eternamentes condenados a despegarse de la clase obrera con nuevas propuestas radicales, lanzadas a partir de consignas , que los trabajadores “obstinadamente” rechazan.
5) También somos críticos de la izquierda nacionalista, que bajo el amparo de cierto “antimperialismo”, pretenden quitar a la clase obrera su rol de antagonista fundamental en la lucha de clases, para colocarlas bajo la conducción de fuerzas sociales que, en forma más o menos radical, no pretenden ir más allá de algunos cambios que “humanicen” el capitalismo
6) El desarrollo operado en las fuerzas productivas en las últimas décadas ha hecho crecer universalmente a la clase trabajadora, potenciándose la centralidad de la relación capital/trabajo asalariado y poniendo en primer plano, por encima de cualquier otro antagonismo, a la lucha obrera contra la burguesia como eje ordenador de nuestra política a nivel nacional y mundial.
7) Consideramos que atravesamos un período adverso (tanto a nivel nacional como mundial) para avanzar en las luchas que creemos necesarias. Esta adversidad es el resultado de un retroceso de la clase obrera en su conjunto, producto de derrotas previas, que la han marcado tanto en su conciencia así como en sus posibilidades organizativas de respuesta.
Esto determina el carácter general defensivo de las luchas en curso. Lejos de minimizar su importancia, de lo que se trata es de intervenir correctamente en ellas, a fin de minimizar los costos si hay derrota en las luchas reivindicativas, y de abrir posibilidades de un cambio en la correlación de fuerzas a partir de victorias parciales y el desarrollo de la conciencia y organización revolucionaria.
Estos acuerdos básicos que conforman el bloque son el basamento político con el que adoptamos las siguientes medidas organizativas
1) Conformar una Mesa de coordinación de un representante por grupo que funcione sobre la base del consenso.
2) Llamar a sumarse a este bloque a todos aquellos grupos y/o compañeros no organizados que acuerden con sus lineamientos generales.
3) Profundizar la información y el intercambio de opiniones que ya funciona, aspirando a la posibilidad de un órgano digital público, que contenga a todos los integrantes del bloque.
4) Reafirmar que cada grupo mantiene su autonomía no solo como entidad organizativa, sino de propaganda y posicionamiento frente a los acontecimientos de la lucha de clases, en tanto se enmarque en los lineamientos generales antes establecidos.
5) Contemplar la posibilidad de que algunos grupos y/o compañeros avancen más profundamente en sus acuerdos, planteándose tendencias y/o procesos de fusión, lo cual para nada se contradice con la pertenencia al bloque.
6) Estimular la elaboración conjunta de declaraciones públicas comunes, tal como lo hicimos ante el último paro nacional.
7) Impulsar el agrupamiento común en aquellos frentes específicos en los cuales los diferentes grupos tienen militantes insertos.
Estos acuerdos básicos que conforman el bloque se dan en el contexto de un debate muy rico e intenso, que abarca la profundización de los puntos antedichos, así como el desarrollo de las siguientes áreas de debate entre otros puntos.
1) Carácter del PROGRAMA (mínimo, máximo, transicional)
2) Concepción del partido revolucionario de la clase obrera.
3) Balance histórico de las diversas expresiones del marxismo revolucionario y de las revoluciones y luchas del proletariado mundial desde el Manifiesto Comunista hasta nuestros días.
4) Situación Política Argentina en general.
Estrella Roja – Batalla Marxista – Círculo Socialista – Socialismo Revolucionario
Las organizaciones y grupos abajo firmantes hemos decidido conformar un BLOQUE POLÍTICO basado en los siguientes acuerdos básicos:
1) Luchamos por la revolución socialista internacional, entendiendo que nuestro objetivo fundamental es suprimir la explotación del hombre por el hombre y toda forma de opresión ejercida por una minoría social dirigente sobre las masas trabajadoras. Lograr este objetivo requiere de la abolición de la propiedad privada capitalista por medio de la destrucción violenta del Estado que la guarda y defiende.
Estamos en el polo opuesto del idilio reformista sobre la atenuación de las contradicciones económicas y los antagonismos sociales, el desarrollo capitalista ha demostrado que solo la profundización de la lucha de clases, y la revolución socialista puede poner fin a la barbarie capitalista y abrir las puertas a un desarrollo auténticamente libre y humano de la sociedad.
2) Estos objetivos estratégicos implican, al mismo tiempo, la necesidad de luchar por las reivindicaciones inmediatas y elementales de los explotados, bajo la concepción general de la lucha de clases. Consideramos posible obtener victorias parciales en esa lucha, tanto para mejorar las condiciones de vida, como para mejorar la organización y fortalecer la confianza en las propias fuerzas de los trabajadores.
Esta necesidad de fortalecer posiciones de la clase obrera es fundamental hoy día, en que la izquierda y las ideas de la revolución atraviesan una grave crisis. Crisis que se expresa tanto en la marginalidad de esas ideas, como en la fragmentación extrema de las fuerzas de izquierda, pero también en las estrategia política de la mayoría de sus organizaciones.
Impulsamos la más amplia UNIDAD en los términos de la independencia de clase, dando prioridad al concepto de democracia obrera condición fundamental para potenciar las posibilidades de victoria, enfrentando a la diferentes variantes de la burocracia sindical.
3) Repudiamos los métodos de descalificación moral, difamación, tergiversación y/o falsificación de posiciones, que lamentablemente, han prevalecido en las luchas políticas al interior de la izquierda. Celebramos que en nuestro proceso de aproximación política hemos desarrollado un método polémico opuesto, fraternal, el que nos comprometemos a sostener como un principio.
4) Revisamos críticamente la concepción de “estancamiento de las fuerzas productivas” que sostienen las principales corrientes trostkistas y la concepción catastrofista, que comparte gran parte de la izquierda. Una suerte de estado de crisis permanente del capitalismo, que desconoce o pretende ignorar el real funcionamiento del sistema que combatimos. Estas concepciones equivocadas inducen a pensar en la existencia de una una situación pre revolucionaria permanente o crónica, que justifica una política de ofensiva asentada en la caricatura de que las masas siempre se movilizan espontáneamente hacia la revolución y son traicionadas por sus líderes.
Este esquema implícito, constantemente desmentido por la realidad e incluso por su propia política práctica, con frecuencia teñida de oportunismo y electoralismo, conlleva a un consignismo agitativo , a una política de constantes “llamamientos” a la acción revolucionaria, que, como no podría ser de otra manera, no suscitan la adhesión de la clase y solo pueden encarnarse, las pocas veces que esto ocurre, en sectores minúsculos influenciados por los partidos, eternamentes condenados a despegarse de la clase obrera con nuevas propuestas radicales, lanzadas a partir de consignas , que los trabajadores “obstinadamente” rechazan.
5) También somos críticos de la izquierda nacionalista, que bajo el amparo de cierto “antimperialismo”, pretenden quitar a la clase obrera su rol de antagonista fundamental en la lucha de clases, para colocarlas bajo la conducción de fuerzas sociales que, en forma más o menos radical, no pretenden ir más allá de algunos cambios que “humanicen” el capitalismo
6) El desarrollo operado en las fuerzas productivas en las últimas décadas ha hecho crecer universalmente a la clase trabajadora, potenciándose la centralidad de la relación capital/trabajo asalariado y poniendo en primer plano, por encima de cualquier otro antagonismo, a la lucha obrera contra la burguesia como eje ordenador de nuestra política a nivel nacional y mundial.
7) Consideramos que atravesamos un período adverso (tanto a nivel nacional como mundial) para avanzar en las luchas que creemos necesarias. Esta adversidad es el resultado de un retroceso de la clase obrera en su conjunto, producto de derrotas previas, que la han marcado tanto en su conciencia así como en sus posibilidades organizativas de respuesta.
Esto determina el carácter general defensivo de las luchas en curso. Lejos de minimizar su importancia, de lo que se trata es de intervenir correctamente en ellas, a fin de minimizar los costos si hay derrota en las luchas reivindicativas, y de abrir posibilidades de un cambio en la correlación de fuerzas a partir de victorias parciales y el desarrollo de la conciencia y organización revolucionaria.
Estos acuerdos básicos que conforman el bloque son el basamento político con el que adoptamos las siguientes medidas organizativas
1) Conformar una Mesa de coordinación de un representante por grupo que funcione sobre la base del consenso.
2) Llamar a sumarse a este bloque a todos aquellos grupos y/o compañeros no organizados que acuerden con sus lineamientos generales.
3) Profundizar la información y el intercambio de opiniones que ya funciona, aspirando a la posibilidad de un órgano digital público, que contenga a todos los integrantes del bloque.
4) Reafirmar que cada grupo mantiene su autonomía no solo como entidad organizativa, sino de propaganda y posicionamiento frente a los acontecimientos de la lucha de clases, en tanto se enmarque en los lineamientos generales antes establecidos.
5) Contemplar la posibilidad de que algunos grupos y/o compañeros avancen más profundamente en sus acuerdos, planteándose tendencias y/o procesos de fusión, lo cual para nada se contradice con la pertenencia al bloque.
6) Estimular la elaboración conjunta de declaraciones públicas comunes, tal como lo hicimos ante el último paro nacional.
7) Impulsar el agrupamiento común en aquellos frentes específicos en los cuales los diferentes grupos tienen militantes insertos.
Estos acuerdos básicos que conforman el bloque se dan en el contexto de un debate muy rico e intenso, que abarca la profundización de los puntos antedichos, así como el desarrollo de las siguientes áreas de debate entre otros puntos.
1) Carácter del PROGRAMA (mínimo, máximo, transicional)
2) Concepción del partido revolucionario de la clase obrera.
3) Balance histórico de las diversas expresiones del marxismo revolucionario y de las revoluciones y luchas del proletariado mundial desde el Manifiesto Comunista hasta nuestros días.
4) Situación Política Argentina en general.
Estrella Roja – Batalla Marxista – Círculo Socialista – Socialismo Revolucionario